
Navarra es el corazón de Euskal Herria, y lo que en ella suceda, fue, es y será clave, para poder lograr los objetivos soberanistas del pueblo vasco. Muy en claro han tenido en el Estado español esta realidad antes mencionada, con lo cual, desde el mismo, se han diseñado y puesto en marcha una infinidad de incitativas legales y políticas, con el propósito de mantener a Navarra y a sus ciudadanos y ciudadanas, lo más alejados posible del resto de los vascos de Hegoalde.
La finalización de la primera guerra carlista, será el comienzo de la secesión de Navarra del resto de los Territorios Históricos de Hegoalde. La ley aprobada el 25 de octubre de 1839, no hará otra cosa que negar los derechos del pueblo vasco, ya que si bien, se había acordado en el “Abrazo de Bergara” mantener los fueros, estos serán confirmados por la ley antes referida, para las vascongadas y Navarra, sin perjuicio de la unidad constitucional de la monarquía.
Un 16 de agosto de 1841, hace unos 166 años, una vez que Espartero obtuvo el poder, redactó
Hoy Navarra, como Comunidad Foral, permanece separada del resto de los Territorios Históricos de Hegoalde, desde la puesta en vigencia de aquella perjudicial Ley Paccionada, aprobada del año 1841. Además, desde Madrid continúa siendo agredida, impidiendo su desarrollo cultural, económico y social, en definitiva, su democratización. Debemos tender puentes hacia Navarra, con el fin de ayudar a construir nación, recuperar la memoria histórica y producir el cambio que sus ciudadanos y ciudadanas demandan con el derecho que les asiste, como parte integral de la nación vasca.
Prof. César Arrondo
Universidad Nacional de La Plata
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si estas de acuerdo con lo aquí publicado, como sí no lo estas, puedes añadir comentarios al respecto, siempre, desde el respeto mas absoluto a todas las ideas y todas las personas.