martes, 30 de abril de 2013

Vientos del pueblo me llevan





Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques


torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes

tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.


lunes, 29 de abril de 2013

El Triunfo de los Mediocres

El Triunfo de los Mediocres Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con una batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar. Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.

- Mediocre es  un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos 
al día frente a un  televisor que muestra principalmente basura. 
- Mediocre es un país que en  toda la democracia no ha dado un solo 
presidente que hablara inglés o tuviera  unos mínimos conocimientos sobre política 
internacional. 
- Mediocre es el  único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha 
conseguido dividir,  incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país  que ha reformado su sistema educativo tres veces en 
tres décadas hasta situar a  sus estudiantes a la cola del mundo 
desarrollado. 
- Mediocre es un país que  tiene dos universidades entre las 10 más 
antiguas de Europa, pero, sin embargo,  no tiene una sola universidad entre las 150 
mejores del mundo y fuerza a sus  mejores investigadores a exiliarse para 
sobrevivir.
- Mediocre es un país con  una cuarta parte de su población en paro, que 
sin embargo, encuentra más motivos  para indignarse cuando los guiñoles de un 
país vecino bromea sobre sus  deportistas. 
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca  recelo, la 
creatividad es marginada – cuando no robada impunemente- y la  independencia 
sancionada. 
- Mediocre es un país en cuyas instituciones  públicas se encuentran 
dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás  ejercieron sus 
respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el  más relevante modo 
de vida. 
- Es Mediocre un país que ha hecho de la  mediocridad la gran aspiración 
nacional, perseguida sin complejos por esos miles  de jóvenes que buscan 
ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por  políticos que insultan 
sin aportar una idea, por jefes que se rodean de  mediocres para disimular 
su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan  al compañero que se 
esfuerza. 
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que,  para lucir sin complejos su 
enseña nacional, necesita la motivación de algún  éxito deportivo. 

ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS  (

FORGES)

sábado, 20 de abril de 2013

Alharaca en Boston y silencio en Texas

Cronopiando
Koldo Campos Sagaseta
Alharaca en Boston y silencio en Texas



Para nadie es un secreto que la muerte, como la vida, también cotiza en Bolsa, que ni siquiera la muerte nos iguala, y que nadie, como los grandes medios de comunicación, para hacérnoslo saber.
En 1979, el asesinato de un periodista estadounidense en una calle de Managua por una patrulla de soldados somocistas indignó a aquella sociedad, y me refiero a la estadounidense, porque Nicaragua llevaba más de cuarenta años indignada y muriendo. Aunque en un principio trataron de culpar a los sandinistas del asesinato, los propios compañeros del periodista asesinado habían filmado el crimen a cien metros de distancia y las imágenes no dejaban lugar a duda alguna.
Años antes, un presidente de los Estados Unidos cuestionado por los periodistas sobre el respaldo que se le daba a Anastasio Somoza, convino con ellos en que Somoza era, efectivamente, un hijo puta pero, matizó… “es nuestro hijo de puta”.
Ni siquiera esa sutil diferencia sirvió para que el crimen de Bill Steward, a cuya memoria el primer gobierno sandinista dedicó una plaza y una modesta estatua, quedara impune. El gobierno de Carter restringió el envío de armas al régimen somocista.
Alguien comentó entonces: “Tantos periodistas nicaraguenses asesinados y ha tenido que morir uno estadounidense para que por fin nos oigan”
No es ahora que los muertos han comenzado a cotizar en bolsa. Siempre ha sido así. Hay muertos de primera, cuyo historial nos va a ser servido hasta en sus más nimios detalles y cuyos aniversarios estaremos honrando durante el resto de nuestras vidas; como los hay de segunda, muertos que apenas sí aportan el nombre; y como los hay, los más numerosos, que simplemente se registran en cifras que ni siquiera tienen porqué ser redondas.
En estos últimos días han sido centenares los muertos iraquíes, paquistaníes, afganos, palestinos, sirios, libios…muertos todos de la última fila que siempre serán fugaces cifras. Y no estoy revelando nada nuevo.
Sin embargo, tres muertos estadounidenses en Boston han copado durante una semana todos los grandes medios. Muertos de primera que en la Bolsa de los Muertos y Medios cotizan al alza.
Lo que sí resulta llamativo, por la proximidad, además, de las dos tragedias, y hablo de las decenas de estadounidenses muertos en Texas, es la brutal diferencia con que los medios han cotizado las coberturas de los dos siniestros.

Mientras en relación a Boston han estado repitiendo una vez más las imágenes de los atentados contra las Torres Gemelas, han hablado de “cadena de bombas” para referirse a las dos bombas, han resaltado la determinación de llegar a los confines de la tierra para dar con los culpables, han insistido en la necesidad de reforzar la seguridad para mejor protegerse, han puesto en alerta el calendario internacional… practicamente nada se ha informado sobre la tragedia de Waco, Texas, donde una fábrica de fertilizantes que carecía de medidas de seguridad, que ya había sufrido accidentes en el pasado, que había sido multada por negligencia (por cierto, con dos mil dólares) y de cuyo funcionamiento venían quejándose los vecinos por el olor a amoníaco que desprendia desde hace meses, volaba por los aires arrasando más de 50 edificios, matando a decenas de personas, entre trabajadores, bomberos y residentes, y provocando la evacuación de medio pueblo.
Horas antes, la empresa había denunciado un “leve accidente”, un simple incendio y había dado seguridades de que era impensable una explosión. Si acaso, en el peor de los casos, alguna emisión de gases que, se apresuraban a aclarar, no representarían peligro alguno para la población. Horas más tarde volaba por los aires.
Cuando todavía tenemos en grandes titulares las imágenes de los dos supuestos autores del atentado en Boston y un sinfin de informaciones al respecto: “Sociedad conmocionada…Grupos terroristas usan ollas para hacer bombas… Las ollas eran españolas…Estados Unidos en el punto de mira… Boston atrapada en una cinta amarilla… NBA guarda silencio por atentado en Boston… Ningún español herido en atentado en Boston…La policía toma Boston a la caza del segundo sospechoso…” además de las habituales secciones de los medios como: “Todas las imágenes de los atentados en Boston” o “Reconstrucción del atentado en Boston” o “La tragedia en directo”, hay que ir pasando páginas y noticias sobre el caso Faisán, los sobres de Aznar, la imputación de la infanta, la defensa de Urdangarín… antes de encontrarte, finalmente, con los que El País cifra en 12 muertos estadounidenses muertos en Waco; que para Público son 35, aunque haya que sortear para llegar también a ellos al candidato de Grillo en Italia, a Matt Damon, a Mikel Erentxun, a un diputado del Partido Nacionalista Vasco o al portavoz del Barcelona FC.
En el periódico El Mundo ni siquiera aparece la noticia de la explosión en Texas. Al igual que el resto de los medios dedica titulares y principales gráficas al atentado en Boston. Después vienen los acertijos de Mourinho, el sufrimiento de Nadal, el impulso soberanista de Cataluña, Ecclestone y la Fórmula-1, la vuelta de los beats, un principio de acuerdo entre Serbia y Kosovo, el envío de “consoladores” explosivos al arzobispo de Pamplona, un conductor kamikaze, la cocina peruana, el fin de la temporada regular de la NBA, las elecciones en Venezuela, el cumpleaños de Supermán, historias de bancos, Capra y el “fracking”, una nueva tarifa telefónica, el paso por los juzgados de Muñoz y Urdangarín, el obispo de Alicante y la comunión que le negó a una niña discapacitada, el infarto de Eva Arguiñano, las motos GP, la Copa Libertadores, la cogida de El Juli en La Maestranza, el despliegue de tropas estadounidenses en Morón, Cañete y su tránsito por la historia… y otras muchas noticias y anuncios y reportajes. Nada sobre Waco.
La única catástrofe a la que se refiere El Mundo es la “posible descapitalización de Real Madrid y Barcelona”.
¿No habrá españoles muertos o heridos entre las víctimas de Texas? ¿Tomará la policía Waco a la caza de los sospechosos empresarios responsables, al igual que la propia administración estadounidense, de una tragedia anunciada? ¿No estará también atrapada Waco en una cinta amarilla? ¿Además de en los próximos maratones previstos en Londres y Madrid, se revisarán también las medidas de seguridad de las fábricas fertilizantes, centrales nucleares y empresas de alto riesgo de Inglaterra y el estado español? ¿Podremos ver todas las gráficas de la explosión en la fábrica de fertilizantes? ¿Nos pasarán imágenes de los tantos antecedentes y masacres que provoca la falta de escrúpulos de muchos empresarios y la permisividad con que las autoridades les permiten operar?
Obviamente, la razón por la que, en este caso, pesan más en la Bolsa de las Víctimas de los grandes medios de comunicación los 3 estadounidenses muertos en Boston que las decenas de estadounidenses muertos en Texas, tiene que ver con las causas de su muerte. En Boston se habla de atentado, en Texas de “accidente”. Los viejos rencores generan terrorismo y el nuevo progreso provoca contratiempos.
Para enfrentar los odios, se nos dice, ya contamos con la eficacia de las cada vez más armadas policías, cámaras de vigilancia, controles, medidas de seguridad, y la necesidad de que todavía aumenten y se multipliquen esos medios.
Para sobrevenir a las desgracias que el impune afán de lucro ocasiona, nos queda el consuelo de haber tenido empleo en medio de estas crisis, así fuera en una fábrica de fertilizantes, en una plataforma petrolera o en una central nuclear; o la satisfacción, en la era de los desahucios, de haber disfrutado una vivienda, así fuese al lado de un gaseoducto, de una empresa química, de una fundición, vertedero o minería.
Por ello no es conveniente para los medios de comunicación que son parte del negocio, ir demasiado lejos en los recuentos de víctimas que el “desarrollo” deja, en las consecuencias ambientales que genera el “progreso”.
Por ello la alharaca en Boston y el silencio en Texas.

viernes, 19 de abril de 2013

Accidente terrorista


Koldo Campos Sagaseta

Accidente terrorista
Todavía hablaban los grandes medios en sus  titulares del atentado en 
Boston, cuando Estados Unidos ha vuelto a verse  sobrecogida por la explosión de 
una fábrica de fertilizantes en Texas.
Tres  muertos y un centenar de heridos como consecuencia de la explosión de 
dos bombas  artesanales durante una prueba deportiva en Boston y decenas de 
muertos y  centenares de heridos en Texas, tras explotar una fábrica cuya 
gerencia, horas  antes del siniestro, había emitido un informe ratificando 
las medidas de  seguridad que había adoptado por un incendio que calificaban 
como leve  incidente, asegurando que en absoluto había riesgos de que se 
produjera  explosión alguna y, en todo caso, ante la eventualidad de que se 
dispersaran  tóxicos a la atmósfera, tampoco representaban mayores riesgos para 
la población.  La explosión ha destruido medio centenar de edificios, se ha 
escuchado a 80  kilómetros de distancia y ha sido registrado en numerosos 
sismógrafos. Media  ciudad de Waco ha sido evacuada. El aire es irrespirable. 
Durante los próximos  días asistiremos al constante aumento de la cifra de 
muertos conforme vayan  apareciendo bajo los escombros pero ya se habla de 70 
víctimas.


Dos tragedias  casi simultáneas que han dejado, además de cuantiosas 
víctimas y daños, dos  estados de opinión, por parte de los medios y de las 
autorisdades, casi  irreconocibles en sus titulares.
“Estados Unidos reforzará su seguridad tras  el atentado de Boston” 
declaraba el gobierno.
Seguimos a la espera de que el  mismo gobierno refuerce las medidas de 
seguridad en fábricas semejantes a la de  Texas y corrija las permisivas 
legislaciones que regulan empresas de esas  características.
“El FBI asegura que la investigación del atentado en Boston  podría derivar 
en una investigación terrorista”.
Cronopiando
Seguimos a la espera de que  esa misma agencia confirme una posible 
derivación terrorista, también, en Texas,  aunque esta no proceda de algún enemigo 
y exótico país sino de unos populares y  amistosos empresarios, siempre al 
amparo del socorrido accidente laboral con el  que proteger su falta de 
escrúpulos para aumentar ganancias a cualquier  costo.
“Gobierno de Estados Unidos afirma que llegará hasta los confines del  
mundo para dar con los autores del atentado en Boston”.
Seguimos a la espera  de que asumen el mismo compromiso para dar con los 
autores de la tragedia en  Texas, aunque no tengan que ir tan lejos.
“Atentado en Boston pone en alerta  el calendario internacional”.
Seguimos a la espera de que la devastadora  explosión en Texas, también 
alerte el calendario internacional.
“Bombas  destrozan una familia en Boston”
Seguimos a la espera de que se nos cuente  cuántas familias han sido 
destrozadas por las bombas de la desidia, de la  incompentencia, de la codicia, de 
la ineptitud, de la impunidad, en la explosión  de Texas.

martes, 2 de abril de 2013

Defensa propia


Defensa propia

Koldo Campos

Leo en los grandes medios que “Estados Unidos advierte a Corea del Norte que está decidido a defenderse”. Siempre ha sido así. Para defenderse se anexionó Texas en 1846, invadió Chile en 1891 y ocupó Hawai dos años más tarde. Antes de dar el cierre al siglo IXX, Estados Unidos intervino en Nicaragua, China, Corea, Panamá, Filipinas, Cuba, Puerto Rico, Guam y Samoa.
En 1903 se defendió en Honduras y al año siguiente otra vez en Corea. De nuevo en Nicaragua y China en 1910, antes de defenderse en México y Haití. En 1916 le tocó el turno a la República Dominicana y tres años más tarde a Honduras y Yugoeslavia. Siguieron Turquía en 1922 y El Salvador en 1932. En 1948 Estados Unidos fue a defenderse a Filipinas, en 1950 a Puerto Rico, en 1951 a Corea y en 1953 a Irán. También en Guatemala se defendió Estados Unidos en 1954, a la que siguió Líbano en 1958. En 1961 se defendió en Cuba, cuando ya empezaba a defenderse en Vietnam y cuatro años más tarde en Indonesia. En 1965 fueron República Dominicana y Guatemala los países invadidos en defensa propia, Camboya en 1969, Omán en 1970, Laos en 1971, Angola en 1976.
En los años ochenta, Estados Unidos insistió en defenderse en Nicaragua, Líbano, Grenada y Panamá. En 1991, le tocó a Iraq, en 1994 a Haití, en 1996 a Zaire, en 1998 a Sudán, un año antes de trasladar su defensa a Yugoslavia. El siglo XX sorprendió a los Estados Unidos defendiéndose en Afganistán y, acto seguido, nuevamente Irak…
Toda una vida consagrada a defenderse y, como es habitual, siempre a domicilio.
Ahora van a Corea a ejercer su defensa.

Violencia prohibida, Privilegio del Estado

http://insurgente.org/index.php/mas-noticias/ultimas-noticias/item/4614-¿por-qué-no-ha-estallado-aún-la-violencia-en-españa?



Iñaki Berazaluce.

La “gente”, claro, son los demás porque quien lo dice suele expresar una mezcla de estupefacción, deseo implícito y temor a que estalle la violencia.
¿Por qué no ha estallado la violencia en España? Todos hablamos de la crisis pero no nos ha afectado a todos por igual.
Este clarificador gráfico indica que son los más desfavorecidos –el 30% menos pudiente- el que más ha mermado sus ingresos y su calidad de vida. Es decir, los parias… “Y los parias no suelen hacer las revoluciones –explica Florentino Moreno, profesor de Psicología Social de la Universidad Complutense-.
La historia nos demuestra que han sido las clases medias y los burgueses los que han encabezado las revoluciones, generalmente cuando sus expectativas se han visto frustradas. No fue el lumpen el que tomó La Bastilla, sino los comerciantes. De hecho, en los países más pobres, como los africanos, nunca se han producido revueltas políticas violentas”.
El factor frustración es troncal en la eclosión de la violencia colectiva. Según el modelo propuesto por Hugh Davis en 1962, un detonante de la violencia sería la “privación progresiva”, es decir el inconformismo creciente de un individuo posterior a la prolongada espera para obtener algo: “No solo estoy mal sino que me comparo con mis propias expectativas”.
“Es más probable que ocurra una revolución cuando a una época prolongada de crecimiento social y económico siguen períodos cortos de reveses agudos –explica la teoría de Davies- “… la gente aprende a esperar mejorar continuas”.
“Existen varios factores que explican la relativa paz social en España –responde Florentino Moreno-. Por un lado, la dispersión de la identidad social. Se han desdibujado conceptos como el sentimiento de pertenencia a una clase, muy fuerte en conflictos anteriores. A esta dispersión social hay que sumar una dispersión geográfica”.
“En relación con lo anterior, ha tenido lugar un largo proceso dehiperpsicologización de la población: nuestro problema es solo nuestro. Cada cual tiene que buscar su propia salida”.
“Un tercer factor –prosigue Moreno- es la percepción de que no se han agotado las alternativas no violentas: la violencia se ejerce por cambiar mucho, no por cambiar un poco”.
En el mismo sentido se aplica la deslegitimización de la violencia como herramienta de cambio en las últimas décadas, un zeitgeist opuesto al que se vivía en los años 70 y 80: “No existe nadie ahora mismo que tenga un discurso que justifique la violencia como reacción a la violencia del sistema. Con la posible salvedad de Negri, la violencia se considera un recurso último y muy devaluado”.
Cuando la violencia amenaza con llegar a las calles, el Estado y su brazo armado, la Policía, ejercen un “eficaz control social preventivo”, apunta Elena Ayllón, del mismo departamento de Psicología Social de la UCM: “La Policía está trabajando con mucha perspicacia para localizar y desactivar los posibles focos de conflicto antes de que estalle la violencia. Los líderes son reprimidos o bien las demandas de los colectivos más beligerantes son satisfechas”, explica. En caso de que esto falle, la violencia está “muy penalizada”, como demuestra el endurecimiento del Código Penal que ultima el ministro Gallardón.
Por último, pero no por ello menos importante, es la existencia de un “factor precipitante” –el último de los seis factores contemplados por el sociólogo Dinam Smelser en su modelo de 1962-, una chispa que prenda el combustible de la indignación, como fue el apaleamiento de Rodney King por la policía, que desembocó en los mayores disturbios del siglo XX en Estados Unidos o la muerte de dos adolescentes de origen africano en París, que desencadenaron una violentísima revuelta en Francia en el verano de 2005.

UNA CÁRCEL PARA LAS PALABRAS


Argentinatik...
Sobre esta misma cuestión de perseguir a las palabras publiqué un artículo en InSurGente a mediados del año 2007.
**
UNA CÁRCEL PARA LAS PALABRAS

Cuentan que en tiempos de la anterior dictadura franquista, un gobernador civil de Gipuzkoa, antes de autorizar un concurso de irrintzis pidió que le trajeran las letras para determinar si otorgaba el permiso. El PSOE va en ese camino. Me explico. . .

Una dictadura o un estado de derechas, que es lo mismo, cuando reprime a la disidencia política se enfrenta muchas veces a la crítica de las armas. Entonces, intenta capturar los instrumentos de guerra y a los hombres que los portan. Así fue históricamente. La dictadura española, ya sea la militar franquista como la monárquica de la burguesía, ha debido enfrentar a una organización armada vasca bien conocida. El método utilizado fue el terrorismo de estado en todas sus formas posibles: grupos paramilitares o el terror estatal de "baja intensidad" (torturas, proscripciones, destierros).

La imposibilidad de derrotar a la resistencia vasca, llevó a los débiles cerebros del estado mayor de la dictadura a pergeñar nuevas formas. Un simple y mediocre juez de instrucción llamado Baltasar Garzón los proveyó de una teoría y de su enrevesada argumentación: «todo es ETA». Es decir, la dictadura se enfrenta a un entramado perfectamente organizado, bajo directivas precisas de la organización armada. Esto abarca desde los "comandos" hasta grupos corales, payasos o músicos.

A todos los que eran sindicados como parte del "entramado" se los acusa de integración en banda terrorista. Se enfrentaron a la primera de las contradicciones, pero en su estolidez ni se dan cuenta. Si "todo es ETA" resulta imposible denominar a dicha organización como "banda". Bastará que tomen un diccionario o pidan prestada una neurona para saber que una banda está compuesta por sólo un grupo de personas, y no por una parte tan extensa de un pueblo, que incluye a políticos, periodistas, escritores, profesores universitarios, jóvenes, militantes de la cultura, defensores de la lengua vasca, sacerdotes. . .

Después de años de salvaje represión y negación de derechos, comprobaron que incautar armas y encarcelar a sus portadores y al entorno de los portadores tampoco les alcanza para frenar la decisión autodeterminista y democrática de la disidencia vasca. Ni siquiera les ha servido contar como aliado al PNV (Partido del Negocio Vasco, Otegi dixit). Cuando una de las dos caras principales de la dictadura monárquica española, el PP, dispuso de la Moncloa, su furgón de cola -el PSOE, la izquierda del franquismo- acordó con él una aberrante "ley de partidos" para extender la represión mucho más allá de las armas, los portadores y el entorno. Con ese lastre gobierna ahora el partido de nombre equívoco.

Tras un embate furioso durante el episodio de Juana, el PP le ha dado suficente impulso al Gobierno español. No ha hecho falta que Mariano Rajoy interpelara al inepto presidente español para que renovadas iniciativas de proscripción sumen más trabas al proceso de búsqueda de una solución dialogada y negociada al conflicto político. Solitos, el Gobierno y el PSOE han asumido los nuevos papelones judiciales. La naturaleza no ha sido pródiga con sus intelectos y les resultará muy complicado salir del berenjenal en el que se han metido.

La ilegalización en marcha de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB) exhibe una argumentación que sólo la debilidad mental puede sostener, pero hay un punto que marca toda una novedad. Es causa de ilegalización de un partido usar la palabra "batasuna", que significa "unidad". Es decir, no se puede utilizar la palabra "unidad" en euskera. A partir de esta revelación, queda sobrentendido que la palabra está fuera de la ley. Con un agregado: violando el principio de que todos son iguales ante la ley, el uso de la palabra "unidad" en euskera, les queda prohibido sólo a algunos ciudadanos, no a todos.

Con mayor asombro todavía, comprobamos que no se trata de una excepción. El día miércoles 4 de abril, un juez que persigue judicialmente las reuniones de los partidos con dirigentes de Batasuna, pidió informes a las haciendas de Hego Euskal Herria sobre personas jurídicas que contengan en su denominación los términos «izquierda abertzale», «ezker abertzalea» y «ezker abertzaleak».

Se inicia una nueva etapa en la represión. Se persiguen las palabras. Por ahora, unidad, izquierda y patriota. Hay que pensar que nuevas palabras serán criminalizadas y perseguidas. Resulta sumamente significativo, pero a la vez, muy explicativo del perfil político e ideológico de esta dictadura. ¿Construirán una cárcel para las palabras? ¿Las palabras serán dispersadas? ¿Cómo son las cárceles para las palabras? España hoy. La Cenicienta de Europa. Un despojo. Un esperpento.
**
Como verás, están todos empantanados en el mismo sitio, jugando a que las cosas han cambiado.
Besarkada haundi bat.
G.