sábado, 26 de diciembre de 2009

LA REVOLUCIÓN PERMANENTE EN EUSKADI

LA REVOLUCIÓN PERMANENTE EN EUSKADI

Por Juan Carlos Pérez Álvarez

Cuando Lenin y Trotsky moldeaban lo que iba a ser la revolución rusa de 1917, aprendiendo las lecciones de la revolución rusa de 1905, que se produjo tras la guerra ruso – japonesa, que puso de manifiesto la debilidad del estado ruso, éste último dio a luz una reflexión sobre la situación derivada de la propia historia del estado ruso en los tiempos recientes y la forma de ahormar esa revolución triunfante del obrero sobre el capital: la Revolución Permanente.

Debido a la historia rusa Trotsky llegó a la conclusión de que para que la revolución resultase triunfante era necesario reconocer que la burguesía, a diferencia de los estados occidentales a los que miró la Rusia de Pedro el Grande o en tiempos de Federico II, era lo suficientemente nueva y débil como para que la revolución democrática (o burguesa) debiera recaer sobre los hombros de los obreros proletarios y del campesinado, que, a su vez, eran los depositarios de ser la fuerza motora de la revolución al socialismo, la que acabaría siendo la revolución bolchevique. Para denominarlo de alguna manera, dado que eran los mismos actores, que debían hacer la misma revolución simultáneamente, porque se entendía que la primera revolución sin la segunda podría generar una burguesía autóctona que postergara y/o anulara las posibilidades de la segunda fase, y si no se daba la primera fase, tendría más posibilidades de fracasar. Tenían que darse las dos fases de manera simultánea y consecutiva, a fin de que tuvieran efecto y resultados positivos. La primera fase fue en Febrero de 1917 y la segunda en Octubre de 1917. Una revolución continua, sin detenerse a tomar aire y desfallecer, continuando hacia la meta deseada: el socialismo. Siendo necesarios la solidaridad e intento progresivo de alcanzar la misma meta en todas las partes del mundo, contraponiéndose a la “doctrina” de “socialismo en un solo país”, debido a que sin solidaridad internacional un país acaba siendo cercado y derrumbado, como se vio finalmente en Diciembre de 1991.


¿Qué aplicabilidad tiene esto en Euskadi y en el ámbito de la liberación nacional y el soberanismo? Entiendo que dados los últimos 30 años de nuestra pequeña historia milenaria estamos en un escenario de necesaria conjunción de fuerzas soberanistas, solo que se da un elemento distorsionador y que puede retrasar la consecución de la unidad de acción. Y me refiero a la existencia de dos cleadvages de conflicto, y no uno. Podemos estar todos los abertzales de acuerdo en el eje Euskadi-España, pero cuando se traslada al otro eje, el derecha izquierda, se produce la fractura, que unida a fantasmas, miedos y prejuicios adquiridos imposibilitan la tan necesaria unidad de acción. Ante esto se ha venido en llamar el Bloque Soberanista (antes Polo). Que yo divido en dos facetas, una independentista y otra electoral. La electoral debe ser la marca de los iguales o de los parecidos, para ofrecer distintos al electorado, procurando no desmigar la competencia a niveles intolerables para nuestros adversarios españoles, esto es, una vocación de poder ofertar una candidatura o plataforma, semejante al SNP escocés o al Bloc Quebecoise, de izquierdas y soberanista, nítidamente pegada a los derechos humanos y de progreso y avance sociales. A poder ser para 2011, elecciones municipales y forales en los 4 lurraldes de hegoalde.

Por otro lado estaría el bloque soberanista independentista. Y en este entrarían todas aquellas formaciones, agrupaciones, asociaciones y movimientos que tengan claro que el país de vascas y vascos, de lengua milenaria y costumbres arraigadas, lengua propia y potencial para un futuro común como un estado en una Europa de pueblos libres e iguales. Sin exclusiones, siendo todos necesarios, pero nadie imprescindible.
La cuestión radica en que, como en la Revolución Permanente de Trotsky, es necesario que ambos procesos confluyan en un periodo aproximado para lograr el objetivo de la emancipación nacional, posibilitando que las fuerzas hoy abertzales, sean capaces de apostar por un soberanismo posible, un soberanismo inteligente, que lleve a este país a un nuevo escenario como estado en el concierto Europeo. Ninguna de las dos contradice a la otra y se deben retroalimentar como las dos mitades indisolubles del proceso de Bloque Soberanista.

Por un lado está la cuestión del Bloque Soberanista Electoral, con el fin de que ningún voto se pierda, y posibilitar que en los ayuntamientos la pinza PP+PSOE no sume mayoría absoluta (la mitad más uno) de los concejales, concentrando la oferta, pero cubriendo el espectro sociológico abertzale, en 2 o 3 candidaturas, dejando posteriormente al periodo postelectoral el juego de mayorías y minorías dentro de cada institución, ya sea municipal o foral. Sin dejar de lado la citada perspectiva marcada desde Madrid y ejecutada por Rubalcaba y Ares, de ilegalizaciones e ingeniería electoral para obtener el mayor beneficio con el mismo respaldo electoral.

Volviendo al Bloque Soberanista independentista, recordar los plazos que marcamos, como son las elecciones de mayo de 2011. Y ahí está el 2012 como elemento potencialemente catalizador de una reacción soberanista de un pueblo ocupado pero no conquistado, con territorialidad y conciencia de su pasado y su porvenir. Y hay que añadir, que con el otro Bloque, el Soberanista electoral, presumiblemente, ojala, resuelto, y triunfante en las elecciones, es el momento de recordar las palabras de Otegi a Permach en Iruña la noche electoral de las municipales y forales de 1999. Y es que los resultados eran muy buenos para la “izquierda abertzale”, pero muy malos para el proceso. Y finalmente así fue. Para evitar esto es necesario posibilitar en el mismo proceso, en la misma fase histórica, que ambas fases convivan y puedan confluir en un periodo no muy lejano en el tiempo. Para evitar que un eventual triunfo electoral de una marca pueda, paradójicamente, volver a torpedear el camino a la unidad de acción abertzale.

Suele decirse que en las pasadas elecciones del 1 de Marzo se obtuvieron más de 600 000 votos abertzales, entre los cuales estarían los 400 000 de PNV, los 62 000 de Aralar, los 38 000 de Eusko Alkartasuna, y los 100 000 de D3M, y siempre se computa que la mayoría social es abertzale y nunca que había 400 000 votos de derecha abertzale y 200 000 votos de izquierda abertzale. No se si hay que apropiarse de esta visión, pero es a esto a lo que se hace referencia cuando se afirma que una candidatura unitaria de izquierdas y soberanista puede potencialmente ser la primera marca electoral del país. Pero se corre el peligro de que si la contraparte, la derecha abertzale, no ha alcanzado el grado de madurez suficiente, sobre todo no habiendo tomado conciencia sus actuales dirigentes, o en palabras de Arzalluz, articulando una nueva mayoría soberanista que alcance el EBB, difícilmente no se van a sentir tentados de repetir la experiencia del año 99, y pudiendo desembocar en un escenario de o bien sociovergencia o de acuerdos potenciales “a la catalana”, entre el PSE y esa marca de izquierdas y soberanista, a semejanza de ERC.

A finales de 2011, en Diciembre, una vez terminado el proceso electoral y postelectoral, se producirá el relevo en el EBB, con la Asamblea General, teniendo que elegir sus cargos internos. El proceso, evidentemente, deberá ser previamente cocinado y estructurado, internamente, por aquellos que, dentro del PNV, piensen en las citadas claves nacionales, en clave soberanista. Pero parafraseando a Zapatero, nadie puede desde fuera hacer cambiar la opinión interna pero si desde fuera se puede ayudar a que se impongan los soberanistas. Alguna manera debe haber para posibilitar que esa parte del total, de la suma del país, de aquella mayoría abertzale que no paramos de citar frente a la minoría de López, Basagoiti y Maneiro (el trío de los azores), se pueda conformar y revelarse como un bloque compacto que avance unido a superar el bloqueo impuesto por el estado… y por nuestras propias mentes, rencillas personales y estrechez de miras.

Si todo va bien, y el Bloque Soberanista electoral es un éxito, y paralelamente se han puesto las condiciones para posibilitar la materialización del Bloque Soberanista independependentista, podemos estar hablando de una materialización efectiva global del proyecto de Bloque Soberanista en su integridad, con mayúsculas, para la primavera de 2012, a tiempo para celebrar un V centenario que sería la piedra de toque, el punto de arranque de un imparable camino a la estatalidad. Sin perder de vista ninguna de las piezas del gran puzzle señalado, en toda su complejidad… para un pequeño país de este corner de Europa Occidental. Sin olvidar el proyecto de referéndum escocés de 2010, el estatuto con autodeterminación de Groenlandia, el pasado y futuro de Montenegro o Kosovo, la evolución de Flandes y Wallonia, de Québec, el referéndum soberanista de Nueva Caledonia previsto para 2014 (por Francia) o, incluso, el del Sur de Sudán, independentista, previsto para Enero de 2011.

Por resumir la idea central: dos procesos, que son uno sólo en realidad, deben poder avanzar paralelamente y con firmeza, para poder, en un determinado momento converger y confluir en la conformación del Bloque Soberanista, motor y clave de evidenciar la mayoría social soberanista de este país. Sin miedos ni prejuicios, aportando cada cual en la faceta donde le sea posible, empujando para avanzar hacia el objetivo común. Ese mínimo que Telesforo Monzón llamó Maltzaga, pero que puede ser Alsasua, Zumaia o Amoroto.

Evidentemente para posibilitar estas dinámicas, y evitar la tentación de retroceso de cualquiera de las partes es absolutamente necesario e imprescindible unas dinámicas de socialización, pedagogía y debate a ras de calle, a pie de obra, pueblo a pueblo barrio a barrio, posibilitando la apertura de espacios de confluencia, participativos y participados por todos, ajenos a las dinámicas electorales que puedan ponerlos en riesgo, aprendiendo de otras experiencias en el mundo (A National Conversation, del SNP o las agrupaciones soberanistas catalanas que han dado el sustento a las consultas soberanistas). Elementos de base que sirvan tanto para empalizar como para ir dando pasos, quizá ideas, quizá documentos, quizás actos locales de cariz soberanista… que doten de base social al conjunto del Bloque Soberanista.

Estos elementos son los que, a mi juicio, dotan de sentido los pasos emprendidos, con todo el sentido del mundo y en la dirección adecuada, por Eusko Alkartasuna, insertados en unas dinámicas sinceramente soberanistas, y sinceramente de izquierdas. Asimismo, por otro lado, generando un marco de referencia, una teoría que pueda sustentar toda la praxis expuesta, que pudiera, tal vez, dimanar, de niveles, posteriores, a otros niveles supra municipales (también a este nivel local, claro) de los espacios soberanistas de debate y confluencia. Posibilitando, finalmente, que la soñada utopía se pueda plasmar en una realidad tangible en un horizonte temporalmente próximo. Euskal Heriko errepublika eraikitzen!

1 comentario:

  1. Otra visión del concepto de Revolución Permanente :

    http://oikoumene.nireblog.com/post/2008/11/06/la-moda-concepto-trotskista-20

    Saludos.

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