domingo, 3 de mayo de 2009

18/98 Oskar Matute

18/98: Un rompecabezas al que no le encajan las piezas”, por Oskar Matute

“El macro sumario 18/98 va tocando a su fin, y si algo ha quedado claro a lo largo de este tortuoso camino, es que el objetivo de este sumario, no era perseguir delitos, sino criminalizar ideas”.

03/05/2009

“18/98: Un rompecabezas al que no le encajan las piezas”

Esta semana he decidido ir a contracorriente de la actualidad informativa, al menos en sus grandes titulares. Si, esos que se nos inyectan en vena, para que no sepamos o no queramos hablar de otra cosa en todo el día, con todas aquellas personas con las que nos crucemos en cualquier circunstancia o lugar.

Porque lo fácil hubiera sido utilizar este espacio para hacerme eco de la pandemia global que ha eclipsado todo esta semana. Sí, la famosa fiebre porcina. Y eso que algún político nacionalista decía que los cerdos no volaban… pues para no ser así, han llegado a todas partes.

Y, he decidido no hacerlo, porque me van a perdonar, pero no me siento parte de este mundo conmocionado por una nueva variante de gripe, pero totalmente impasible ante las miles de muertes anuales que el SIDA, la malaria, el paludismo, la gripe normal y el propio hambre generan a lo largo y ancho del planeta. Y porque paso de contribuir a enriquecer aún más a las industrias farmacéuticas, ni a los personajes que hay detrás, algunos de la altura ética de Donald Rumsfeld (secretario de defensa de USA durante el mandato de George. W. Bush).

Tampoco le voy le hincar el colmillo a otros temas candentes como la bajada de tipos de interés, o la crisis, aunque a esta si le voy dedicar tiempo próximamente, ya que este mes de mayo cargado de movilizaciones obreras bien merece un acompañamiento en la lucha.

Pero en este articulo, me he propuesto escribir sobre un proceso o macrosumario, el conocido popularmente como 18/98 que venimos arrastrando o soportando para ser más preciso durante mucho tiempo, y que en esta semana ha tenido algunas variaciones significativas.

Supongo que todo el mundo conoce que este macrosumario arranco su andadura en los tribunales de la mano del hiperactivo Juez Garzón allá por el año 1998. En él se pretendía desmontar o desarticular todo el entramado de apoyo y sostenimiento de ETA, en base a la persecución de diferentes colectivos que según este juez, y el poder político reinante en ese momento, daban oxigeno a ETA. Esto es la doctrina Aznar aplicada hasta sus últimas consecuencias, “todo es ETA”.

Y, así, se emprendió un juicio contra diferentes entidades y personas de Euskal Herria tales como Ekin, Xaki, Fundación Josemi Zumalabe y otras.

Huelga decir que las garantías procesales brillaron por su ausencia, que las pruebas documentales no eran más que apreciaciones, desde mi punto de vista subjetivas, muy subjetivas, de miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

Bien, pues después de todo este tiempo, de un proceso continuamente interrumpido y sometido a las decisiones políticas, parece que nos acercamos al final del sumario.

Esta semana, hemos asistido a dos noticias, que no pueden sino dejar un sabor agridulce entre los que creemos que este macro sumario no es más que un gran error, que vulnera derechos fundamentales de las personas, tales como el de expresión, asociación, reunión, libertad ideológica y derecho a la disidencia, y que por tanto erosiona de forma directa los pilares fundamentales de cualquier sistema democrático que se precie.

La primera noticia, hace referencia a la absolución por parte del Tribunal Supremo de 9 de las 47 personas procesadas. Y así, lo ha comunicado la sala 2ª de dicho tribunal a la Audiencia Nacional. Entre esas personas se encuentran todas las personas vinculadas a la fundación Joxemi Zumalabe, que fueron imputadas por colaboración con ETA, y para los cuales se solicitaron penas de entre 9 y 11 años de prisión.

Pero, ¿Cuál era su supuesto delito? Pues en palabras del propio ministerio fiscal, promover la desobediencia civil no violenta en Euskal Herria como forma de lucha en supuesta connivencia con ETA, a través del proyecto “Piztu Euskal Herria” (encender Euskal Herria).

Ni que decir tiene que me alegro profundamente, de la absolución de todas estas personas, del mismo modo, que como insumiso al ejercito en otros tiempos, defiendo y defenderé la estrategia de desobediencia civil no violenta como vía de reivindicación y lucha contra los desmanes e injusticia de nuestros gobernantes. Pero, han tenido que pasar por el señalamiento social, la prisión, algunos más de dos años, para que un tribunal entienda que la desobediencia civil no violenta se sitúa en parámetros absolutamente opuestos a los de cualquier lógica militar, sea esta la de ETA o la de cualquier otro.

Por lo tanto, se les cae una pieza de su rompecabezas inicial, ya “todo no es ETA”. Y, sin embargo muchos miraran para otro lado, sabedores de su error, pero sin importarles lo más mínimo el daño causado, incluso surgirá algún osado que nos hablara de “víctimas colaterales”. Y, lo que es aún peor, algunos seguirán persistiendo en el error sabedores de que las doctrinas de Goebbels todavía muestran su eficacia, y es que una mentira repetida mil veces puede acabar convirtiéndose, al menos aparentemente, a los ojos y oídos de la gente en una verdad.

La segunda noticia, es la que me deja un poso agrio, la que me contrarresta mi alegría por la noticia anterior. Y, es que esta misma semana, la sección 3ª de la Audiencia Nacional ha ordenado la detención de 8 personas ante la inminencia de la publicación de la sentencia y su consiguiente riesgo de fuga. Esto me parece una barbaridad. Si resulta que este juicio arranco hace ya muchos años, y pese a los parones sufridos, los ingresos intermitentes en prisión de muchos de ellos, no se ha constatado ningún riesgo de fuga en todo este tiempo, ¿Cómo se puede esgrimir ahora como argumento principal dicho riesgo, si jamás ha existido?

Máxime, teniendo en cuanta la situación personal de muchos de ellos, tratándose de sus dolencias, e incluso en algún caso ingresado en hospital recuperándose de una intervención reciente. Para mí, es claro, esta segunda noticia tiene un efecto compensatorio hacia lo más retrogrado del Estado con respecto a la primera. Parece como si viviéramos en los tiempos de la Roma de Nerón, donde los nuevos dioses, necesitaran aplacar su ira y su sed, con el sacrificio de otros.

Y, estas noticias, no pueden acallar otra realidad, que la propia Fiscalía del Estado, ha pedido una reducción de penas casi generalizada para casi todos los imputados en este macro sumario.

Por lo tanto, parece que aquel rompecabezas o entramado de “todo es ETA” no era tan cierto, como sostenían muchísimas personas en este país.

Pero, creo que debe quedar claro que a lo largo de este calvario judicial, con visitas semanales a la casa de campo de Madrid, para asistir al juicio, se ha demostrado de forma más evidente que nunca, que a lo largo de este proceso se han producido desviaciones graves y severas del normal funcionamiento del estado de derecho.

Se ha privado de garantías jurídicas a las personas procesadas. Se han impuesto fianzas económicas desmedidas y anormales para con las que suele ser habitual en casos similares. Se ha producido un abuso de la prisión preventiva sin ningún tipo de lógica ni razón. Y, por si todo esto fuera poco, se han denunciado por algunos de los procesados denuncias de torturas y malos tratos.

Junto a todo esto, hemos asistido perplejos y boquiabiertos a una instrumentalización política de la legislación hasta ahora no conocida. De este modo, se han aplicado de forma elástica y expansiva en la búsqueda de nuevos tipos delictivos, o sin determinar. Y, esto apoyado en documentación sin valor probatorio aportada por peritos que se convertían en testigos, de forma absolutamente irregular, por agentes que utilizaban números de identificación de forma indistinta en alguna ocasión, etc.

En definitiva que como decía el lantalde 18/98+ el objetivo de este juicio era criminalizar ideas, no perseguir delitos.

Me toco asistir en calidad de parlamentario a la casa de campo como observador en algún momento de todo este tortuoso sumario. Lo que allí vi, no hace sino confirmarme en lo que ya intuía, que este juicio obedecía a un impulso político, que se buscaban pruebas, y si no como dijo el ahora candidato del PSOE al Parlamento europeo en su etapa de Ministro de Justicia, las inventamos.

Por todo ello, no puede sino reafirmarme en lo que he afirmado de forma pública en más de una ocasión, que este sumario debiera archivarse, que no tiene sentido y que sólo obedece a la necesidad de aquellos que en la lucha contra ETA decidieron sacrificar el resto de derechos y libertades de las que gozamos. Cualquier medio no justifica el fin, ni en Irak, ni en Euskal Herria ni en ningún lugar del planeta.

Pero, por si alguien aun tiene dudas, sobre la intencionalidad política de este sumario, y sobre las para mi más que dudosas imputaciones que en él se vierten, les vuelco aquí un párrafo del 18/98+ lantaldea, que dice lo siguiente:

“Quienes formamos este grupo de trabajo 18/98+, que no compartimos necesariamente los mismos planteamientos sociales y políticos, coincidimos sin embargo en el derecho a defenderlos. Creemos en una Euskal Herria respetuosa de su pluralidad y riqueza social que debe poder construirse en libertad y en el respeto a todos los derechos de todas las personas.”

Yo lo suscribo, plenamente. Así pues, hasta la semana que viene.

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