martes, 28 de agosto de 2007

LIZARRA GARAZI

En septiembre se cumplirán nueve años de la firma del pacto de Lizarra Garazi. Este, constituyó un momento histórico transcendental para el nacionalismo vasco en su conjunto, porque a través del mismo, se estuvo más cerca que nunca, de concretar los tan ansiados objetivos soberanistas del Pueblo Vasco.

La propuesta, se basaba en el método llevado adelante para resolver el conflicto Irlandés, y constituía una vía de diálogo, a la cual, se sumaba la tregua indefinida de ETA.

Quienes allí confluyeron, tenían muy en claro que el conflicto vasco era de naturaleza política y su resolución sólo sería posible por la misma vía, como así también, que los implicados en el mismo eran: la nación vasca y los estados francés y español. En este sentido, quedaba descartada la devaluada tesis del presidente Aznar, quién cuando se refería al problema vasco, lo caracterizaba como un simple problema policial.

Muchos son, los que afirman con un dejo de desprecio que Lizarra Garazi ha fracasado, y si bien lamentablemente no dio los frutos esperados, no es menos cierto, que desde ese episodio y hasta la actualidad, ha corrido mucha agua bajo el puente, y todo lo que vino después, no fue mejor. Como un claro ejemplo de lo antes dicho, podemos citar: el cierre de periódicos en Euskera, la aplicación de la ley de partidos, los juicios de la Audiencia Nacional, la duplicación de las penas de los presos vascos, la ley de símbolos, la tortura, la negación a dialogar, el avance de nacionalismo español, a partir de la aplicación de su máxima que se resume en impedir que el Pueblo Vasco pueda ejercer su derecho a decidir, la debilidad del bloque nacionalista frente a la consolidación del bloque constitucionalista español, el regreso de la violencia de ETA, la traición al pueblo navarro, entre otras, a lo cual, habría que agregar, la posible ilegalización de ANV.

Lizarra Garazi, constituye un antes y un después en la forma de afrontar el conflicto vasco. En este sentido, se deberá tener en cuenta de cara a implementar nuevas formulas para abordar el contencioso vasco. Todos los partidos nacionalistas, los agentes sociales, los sindicatos, y los representantes de la cultural, tienen la obligación reflexionar sobre lo ocurrido, y desechar las recetas violentas, como así también, las propuestas alejadas de la tradición histórica del nacionalismo vasco.

Es tiempo de que las ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria, decidan que marco político- jurídico quieren de cara al futuro, con el fin de garantizar los derechos de todas y todos. Para que esto sea posible, hay poner en marcha ya un proceso de participación política sin exclusiones, para que los vascos, puedan vivir en un país, donde se respeten los Derechos Humanos, como así también, todos los derechos civiles, políticos y sociales. En tal sentido, para lograr los objetivos antes enunciados, estoy totalmente seguro, que Lizarra Garazi se convierte en una referencia ineludible.

Prof. César Arrondo

Universidad Nacional de La Plata

Argentina

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